Danzas de Puno
Las singularidad con la brillantez y profusión de las danzas de Puno como también fiestas, ferias, vestidos, costumbres y artesanía puneñas hacen de Puno la auténtica Capital Folklórica de América. La influencia histórica y telúrica sobre el hombre andino subyugado por la grandiosidad del paisaje de las altas mesetas, como si estuviese incrustado en el cielo, pleno de horizontes inmensos, ha engendrado este poema sinfónico grandioso del folklore puneño, cuyo estudio apenas se ha comenzado a realizar.
La danza es quizá el elemento más brillante del folklore puneño. Y como la danza, se ha dicho, parece ser el lenguaje de las emociones, de las pasiones, del instinto, del dolor o de la alegría; la danza es en Puno el libro abierto del alma indígena, que es, en esencia, el alma peruana.
Presentamos así a continuación una breve reseña de algunas de las principales danzas folklóricas de Puno:
WIFALA DE ASILLO

La expresión coreográfica se desenvuelve en tres partes:
- Una primera llamada pandilla, con coreografía ágil, variada y alegre, que pone de relieve el vigor y la resistencia de los danzarines.
- La guerra, momento en que la moza pone a prueba la agilidad, resistencia, destreza y coraje del varón, quien si sale triunfador, luego de demostrarle que es el más fuerte, se la lleva para comenzar el sirvinacuy o matrimonio de prueba.
- Finalmente el cacharpari o despedida de la fiesta, con ritmo musical más lento y algo triste.
CARNAVAL DEL ICHU
Otra danza pastoril amorosa de la zona aimara de la provincia de Puno, practicada por indios llamados chiris o icheños que se supone, con alguna evidencia, son mitimaes traídos del sector comprendido actualmente en la República de Ecuador, por el Inca Huayna Capac. El traje es de evidente origen Cordobés y se cree que los llamativos Huichis y Kcoraguas con los colores del arco iris, que usan como adorno para danzar, son un rezago de las imposiciones del incario a los mitimaes. La música se ejecuta originalmente con pinquillos por los mismos bailarines y un grupo anexo que no danza y toca también pinquillos, tambores y bombo.
LLAMERADA

PUJLLAY DE SANTIAGO

KHASHUA DE CAPACHICA

Previos algunos gritos estridentes de citación a los bailarines, comienza la danza que tiene tres partes:
- Una primera, en la que las mozas danzan cadenciosa y elegantemente entonando canciones picarescas e insinuantes, parte en quechua y parte en castellano; a las que los mozos que danzan con paso gimnástico y vigoroso, responden con gritos, silbidos y palmas.
- La segunda parte se llama “el cambio” que consiste en el trueque de monteras por sombreros entre mozas y mozos, terminando con la figura coreográfica denominada arco y contra arco, para pasar a la tercera parte que es un cacharpari o despedida también con canciones picarescas.
- Los trajes, sobre todo el femenino, son muy hermosos y la danza con sus gritos y su coreografía nos trae reminiscencia a cosa Vasca.
KALLAHUAYA
Los curanderos indígenas comunes a Perú y Bolivia, lujosamente ataviados, portando un paraguas o una sombrilla en la mano danzan, entre nosotros, señorial y aristocráticamente, precedidos por un hombre disfrazado de viuda que lleva una criatura en el atado.
Por cierta costumbres observada, sobre todo en el sector quechua del Departamento, pensamos que despuésde la muerte del conyugue los kallahuayas exhiben a la viuda para que pueda encontrar un hombre que se haga cargo de ella y de su descendencia. Danzan al compás de una banda de instrumentos de viento.
Este baile que era muy generalizado en el Departamento y tenía variaciones regionales acentuadas, fue desapareciendo poco a poco. Desde que la Agrupación comenzó a exhibirlo va recuperando su antigua prestancia y empieza a ejecutarse en todas las fiestas patronales.
MACHUTUSOJ

KCAJELO - CKARA BOTAS

Visten atuendo cordillerano, sombrero de ala ancha, chullo con orejeras, gruesa bufanda, doble poncho de vicuña o alpaca, altas rozaderas de cuero con puñal en la pantorrilla, espuelas roncadoras, zurriago con mango de fierro, charango a la cintura y a veces alguna arma de fuego.
Suponemos que por el huayno ejecutado en charango, con el que también se baila en verdadero Kcajelo, tanto la crítica como la opinión pública se han acordado este nombre a la danza de los Kcarabotas, que es vigorosa, de hombros y trasunto fiel de la personalidad de estos jinetes épicos, capaces de rifarse el pellejo por un quítame allá esas pajas. Se baila en todas las cordilleras del Departamento.
LA DIABLADA

Por la primacía que entre nosotros han tenido siempre los cultores de la música sobre cultores de la coreografía, muchos conjuntos de danza han tomado el nombre de la estudiantina y algunas danzas, aún el nombre del instrumento musical a cuyo son se ejecutan. Tal sucede con la Diablada que es conocida con el nombre de Sicuris, sin que se pueda establecer una diferencia neta entre ambos o decidir dónde termina la una y comienza la otra.
Se baila al son de un huayno, sincopado, ejecutado por zampoñas o Sicus acompañados de tambor, bombo, platillo y triángulo. Los personajes son: Caporales, Viejo, Chinas Diabladas, Diablos, Esqueleto. Murciélago, otras figuras representativas de animales y de personajes típicos, aún folletinescos. Creemos que estas últimas caracterizaciones se deben a que la gente recurre a la Virgen de la Candelaria para solicitarle un milagro y le ofrece a cambio bailar en su fiesta. Como los disfraces, comprados o alquilados son muy costosos, la fe religiosa los hace improvisar personajes con atuendo de bajo costo, los que paulatinamente van incorporándose al Folklore Puneño. Citamos como ejemplos al mexicano, al Piel Roja, al Llanero Solitario, algunos animales, etc. Pensamos que el único punto de similitud entre la Diablada Puneña y la famosa Diablada de Oruro, se encuentra en la vestimenta y esto, sólo en forma parcial.
MARINERA PUNEÑA
La marinera tiene dos formas de interpretación claramente diferenciabas; la de la costa con música más alegre y de ritmo más rápido, con coreografía en que priman la picardía, la sutileza y la gracia; y la de la sierra, de ritmo musical más lento, en cuya coreografía prima el señorío. Pensamos que dentro de las Marineras serranas, la puneña, que es preludio obligado de la Pandilla tiene una personalidad propia.
PANDILLA PUNEÑA

Bailada primitivamente por la cholada o por cholas y, señoritos en busca del amor furtivo, ha llegado a todos los niveles sociales, la hemos visto figurar en programas de festejos patronales anteriores a 1,880 y actualmente no hay reunión para bailar, danza indígena, mestiza o aristocrática que no termine con la clásica Marinera y Pandilla, puneñas.
Cholas versallescamente ataviadas y cholos embozados por mantones de Manila, danzan al son de huaynos pandilleros ejecutados por las famosas estudiantinas puneñas.
La coreografía, extensa, complicada, quizá pueda decirse que barroca, es muy vistosa y se ejecuta por parejas que danzan elegantemente a la voz del varón de la primera pareja, que ha heredado el nombre de Bastonero, del antiguo director que con un bastón de Jilakata en la mano, ordenaba las figuras y los giros de la danza, sin tomar parte en ella.
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